A veces, hay signos y síntomas físicos que pueden acompañar el trastorno de ansiedad social y pueden ser:
Rubor
Latidos del corazón rápidos
Temblores
Sudoración
Malestar estomacal o náuseas
Dificultad para respirar
Mareos o aturdimiento
Sentir que la mente se pone en blanco
Tensión muscular
Evitar situaciones sociales frecuentes
Los situaciones frecuentes y de todos los días que pueden ser difíciles de soportar cuando padeces un trastorno de ansiedad social son, por ejemplo:
Interactuar con personas poco conocidas o con extraños
Asistir a fiestas o reuniones sociales
Ir al trabajo o a la escuela
Iniciar conversaciones
Hacer contacto visual
Tener citas
Entrar a una habitación donde los demás ya estén sentados
Devolver artículos a una tienda
Comer frente a los demás
Usar un baño público
