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Publicado: 19 de Enero de 2021
Durante el 2020, diversos estudios corroboraron que gran parte de la población había aumentado significativamente de peso. Eso se debía, sobre todo, a la falta de movilidad y ejercicio y a hábitos poco saludables en cuanto a la alimentación, principalmente durante el confinamiento.
Los expertos científicos analizaron la relación que se establecía, precisamente, entre un peso excesivo y la sintomatología del coronavirus en los enfermos. Se comprobó que las personas con un exceso de kilos eran, y son, más vulnerables a la Covid-19. Tenían más posibilidades de padecer consecuencias de forma más grave.
La obesidad se transformó, por tanto, en uno de los factores con peor pronóstico entre los contagiados de todo el mundo. Por tanto, ya desde los inicios de la pandemia, se estableció una relación directa entre el índice de masa corporal (IMC) y las complicaciones derivadas de la Covid-19.
Según el artículo Obesity (2020), los kilos de más pueden llegar a triplicar la tasa de mortalidad por este virus. Incluso entre los más jóvenes
Una persona con sobrepeso acumula un exceso de grasa y un estado inflamatorio que provoca que su sistema inmunológico sea más vulnerable ante las infecciones. Por eso, pueden aumentar las complicaciones derivadas de enfermedades como la covid-19 en personas con obesidad. Algo que ya sucede con otras infecciones más comunes en la sociedad actual como la gripe.
Nuevas investigaciones y estudios -llevados a cabo por expertos médicos de distintas sociedades científicas y de PronoKal- advierten que el paciente con exceso de peso no es solo más vulnerable ante las complicaciones de la Covid-19, como se pensaba hasta ahora, sino también ante el riesgo de contagio.
Un metanálisis publica do en Obesity Reviews, que tiene en cuenta más de 75 publicaciones de todo el mundo, revela que las personas con sobrepeso tienen un 44% más de probabilidades de contagiarse. Esta cifra se duplicaba en el caso de las personas con obesidad.